El constante incremento del precio de los combustibles está poniendo en una difícil situación a los sectores de nuestra economía más dependientes de los mismos, especialmente en el caso del transporte, la pesca y el taxi, lo que hace que más de uno se esté pensando en volver a la tracción animal para no arruinarse.
Bromas a parte, el creciente número de protestas y huelgas de estos sectores hace necesario un posicionamiento por parte de UNT tendente a dejar clara nuestra postura en un tema que dista mucho de ser tan sencillo como pueda parecer en principio.
UNT comparte la necesidad de que el Estado intervenga, pues esa política liberal que tanto se defiende en nuestros días siempre acaba perjudicando a los más débiles. En este caso se están mezclando una serie de movimientos especulativos con el petróleo, la política restrictiva de la OPEP, las grandes petroleras que nunca pierden pase lo que pase, la política liberal de la Unión Europea y la consiguiente inacción de nuestro Gobierno, lo que repercute en las empresas más pequeñas y muy especialmente en los autónomos.
UNT comparte plenamente las críticas sindicales y empresariales ante la situación creada, pero en ambos casos se están quedando en la crítica superficial y no se atreven a llegar al fondo del problema. Nosotros no vamos a caer en esa superficialidad, y por eso precisamente queremos resaltar lo que todos ellos, los sindicatos y las patronales convocantes de las protestas, no se atreven a decir: España necesita recuperar su soberanía económica y financiera. No podemos seguir soportando las condiciones de la Unión Europea y del Banco Central Europeo que nos obligan a no ayudar a los sectores en crisis y que nos someten a los dictados monetarios que más les convienen a los grandes de la UE.
Pero desde UNT queremos ir aún más lejos. El sistema capitalista nos obliga a seguir un modelo de empresa y de mercado que cada vez pone más en evidencia sus enormes carencias y su problema esencial: en cada gestión, en cada movimiento económico y financiero es necesario pagar un canon: el interés capitalista. Desde que se produce un producto, como muy bien saben nuestros agricultores, hasta que llega al mercado, su precio se va incrementando de forma abusiva para que todos esos intermediarios capitalistas puedan sacar suculentos beneficios, por lo que los precios acaban por las nubes y son cada vez menos competitivos.
Frente a todo ello UNT no se queda en la mera crítica y quiere proponer medidas concretas, medidas que a corto plazo no pueden pasar sino por la ayuda directa del Estado a los sectores en crisis. Ahora bien, ni estas medidas son la solución (y esto tiene que quedar bien claro), ni sirven de nada por sí solas, lo que hace necesario replantearse seriamente el modelo económico y de desarrollo que queremos para España. Es necesario convertir en una prioridad el desarrollo de las energías alternativas en todos los sectores de la economía, incluido el del transporte, a fin de no depender del petróleo en tan alta medida.
Pero una vez más desde UNT queremos manifestar que hace falta ir más allá. El sistema capitalista no hace sino incrementar los problemas de los intermediarios, dificultando la búsqueda de las verdaderas soluciones, que no pasan sino por la sindicalización de la economía en base a los principios de producción, distribución y comercialización concertadas.
¿Qué impide a los productores concertar por ramas la distribución y la comercialización evitando los intermediarios capitalistas? ¿Por qué ningún sindicato y ninguna patronal piden algo tan lógico? Pues que nadie se quede con la duda: a los sindicatos no les interesa cambiar la situación de asalariados de los trabajadores (eso acabaría con la dialéctica de la lucha de clases y les dejaría sin público), y las patronales actualmente no representan a los simples empresarios, sino sólo a los empresarios-capitalistas (la idea del simple empresario-trabajador, es decir, no capitalista, no entra tampoco en sus planes).
Hoy más que nunca es necesario defender un nuevo modelo de economía de tipo sindicalista, y limitarnos a criticar y proponer parches no sería sino caer en aquello que José Antonio Primo de Rivera criticaba como falsa solución socialdemócrata: “Una de las pretendidas soluciones es la socialdemocracia. La socialdemocracia conserva esencialmente el capitalismo; pero se dedica a echarle arena en los cojinetes”.
Nuestro apoyo a las reivindicaciones es, pues, un apoyo matizado: o se llega al fondo del asunto o tendremos que pensar que es más de lo mismo. O sea, parches y más parches...
Bromas a parte, el creciente número de protestas y huelgas de estos sectores hace necesario un posicionamiento por parte de UNT tendente a dejar clara nuestra postura en un tema que dista mucho de ser tan sencillo como pueda parecer en principio.
UNT comparte la necesidad de que el Estado intervenga, pues esa política liberal que tanto se defiende en nuestros días siempre acaba perjudicando a los más débiles. En este caso se están mezclando una serie de movimientos especulativos con el petróleo, la política restrictiva de la OPEP, las grandes petroleras que nunca pierden pase lo que pase, la política liberal de la Unión Europea y la consiguiente inacción de nuestro Gobierno, lo que repercute en las empresas más pequeñas y muy especialmente en los autónomos.
UNT comparte plenamente las críticas sindicales y empresariales ante la situación creada, pero en ambos casos se están quedando en la crítica superficial y no se atreven a llegar al fondo del problema. Nosotros no vamos a caer en esa superficialidad, y por eso precisamente queremos resaltar lo que todos ellos, los sindicatos y las patronales convocantes de las protestas, no se atreven a decir: España necesita recuperar su soberanía económica y financiera. No podemos seguir soportando las condiciones de la Unión Europea y del Banco Central Europeo que nos obligan a no ayudar a los sectores en crisis y que nos someten a los dictados monetarios que más les convienen a los grandes de la UE.
Pero desde UNT queremos ir aún más lejos. El sistema capitalista nos obliga a seguir un modelo de empresa y de mercado que cada vez pone más en evidencia sus enormes carencias y su problema esencial: en cada gestión, en cada movimiento económico y financiero es necesario pagar un canon: el interés capitalista. Desde que se produce un producto, como muy bien saben nuestros agricultores, hasta que llega al mercado, su precio se va incrementando de forma abusiva para que todos esos intermediarios capitalistas puedan sacar suculentos beneficios, por lo que los precios acaban por las nubes y son cada vez menos competitivos.
Frente a todo ello UNT no se queda en la mera crítica y quiere proponer medidas concretas, medidas que a corto plazo no pueden pasar sino por la ayuda directa del Estado a los sectores en crisis. Ahora bien, ni estas medidas son la solución (y esto tiene que quedar bien claro), ni sirven de nada por sí solas, lo que hace necesario replantearse seriamente el modelo económico y de desarrollo que queremos para España. Es necesario convertir en una prioridad el desarrollo de las energías alternativas en todos los sectores de la economía, incluido el del transporte, a fin de no depender del petróleo en tan alta medida.
Pero una vez más desde UNT queremos manifestar que hace falta ir más allá. El sistema capitalista no hace sino incrementar los problemas de los intermediarios, dificultando la búsqueda de las verdaderas soluciones, que no pasan sino por la sindicalización de la economía en base a los principios de producción, distribución y comercialización concertadas.
¿Qué impide a los productores concertar por ramas la distribución y la comercialización evitando los intermediarios capitalistas? ¿Por qué ningún sindicato y ninguna patronal piden algo tan lógico? Pues que nadie se quede con la duda: a los sindicatos no les interesa cambiar la situación de asalariados de los trabajadores (eso acabaría con la dialéctica de la lucha de clases y les dejaría sin público), y las patronales actualmente no representan a los simples empresarios, sino sólo a los empresarios-capitalistas (la idea del simple empresario-trabajador, es decir, no capitalista, no entra tampoco en sus planes).
Hoy más que nunca es necesario defender un nuevo modelo de economía de tipo sindicalista, y limitarnos a criticar y proponer parches no sería sino caer en aquello que José Antonio Primo de Rivera criticaba como falsa solución socialdemócrata: “Una de las pretendidas soluciones es la socialdemocracia. La socialdemocracia conserva esencialmente el capitalismo; pero se dedica a echarle arena en los cojinetes”.
Nuestro apoyo a las reivindicaciones es, pues, un apoyo matizado: o se llega al fondo del asunto o tendremos que pensar que es más de lo mismo. O sea, parches y más parches...
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