Este mes de septiembre el Partido Popular está protagonizando una auténtica ofensiva contra la familia, contra los más desfavorecidos y contra el patrimonio público.
Todo empezó con su tradicional ejercicio de hipocresía al anunciar que el PP está trabajando para elaborar estrategias en defensa de la familia, para lo cual ha encargado a dos grandes expertas en la materia para aportar ideas: Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal (sí, sí, la misma que ha querido tener niños sin un padre que moleste, que para algo están los bancos de semen...). Bueno, pues demostrando lo mucho que le importa al PP la familia, la Comunidad de Madrid que gobierna ha decidido suprimir todas las plazas gratuitas de guardería (para la Consejera de Educación, Lucía Figar, es mejor así porque "el gratis total en las escuelas hace que no se valore el servicio") e intensificar la privatización de centros de enseñanza, la lista de espera para las escuelas infantiles ha llegado este año a los 35.000 niños, se han reducido las ayudas para libros de texto tanto en número (200.000 niños menos) como en cantidad del importe de las mismas, el Ayuntamiento de Madrid deja a 37.000 niños sin beca de comedor, siguen los ayuntamientos "populares" celebrando "bodas gay", etc.
Y si nos vamos al triste tema del aborto, la propia Comunidad de Madrid ha suprimido las ayudas a las asociaciones provida al tiempo que prosigue con su política de subvenciones para quienes abortan... Debe ser que no les pareció suficiente cuando gobernaban a nivel nacional legalizar la píldora abortiva y hacer la vista gorda con el cumplimiento de la ley despenalizadora del aborto.
Luego está esa tendencia tan típica del PP (aunque el PSOE no se queda atrás tampoco, por supuesto) de fomentar las privatizaciones, las moderaciones salariales y la precarización del empleo ("flexibilización" le llaman ellos), suponemos que también para facilitar la capacidad adquisitiva de las familias y la conciliación de la vida profesional y familiar...
¿Cómo pueden ser tan hipócritas? ¿Cómo puede haber trabajadores que aún hoy voten a esta gente?
Sencillamente incomprensible...
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