Manifiesto del 1º de mayo de 2011
Hoy es 1 de mayo, una fecha muy importante para los trabajadores, ya que conmemoramos el día en que la vieja reivindicación de la jornada laboral de 8 horas fue sangrientamente reprimida en el Chicago de 1886. Estamos en 2011, sí, pero sin embargo no podemos dejar de sorprendernos de que aquella vieja reivindicación, resumida en la frase “8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de descanso”, tenga la misma actualidad de entonces, pues para una cantidad cada vez mayor de trabajadores, dada la pérdida constante de poder adquisitivo de los salarios, la jornada normal de 8 horas no es suficiente para poder mantener a su familia con el mínimo decoro exigible para los seres humanos. ¿Cuántos familiares o amigos nuestros, si no nosotros mismos, tienen que buscarse un segundo trabajo –también mal pagado, por supuesto–, para poder llegar a final de mes? ¿Acaso no es evidente que los derechos laborales y sociales que tantos años, tanta lucha, tanta represión y tanto esfuerzo costaron conseguir, se están perdiendo a un ritmo constante sin que parezca que se puedan recuperar? ¿Qué hacen los “sindicatos” mayoritarios para oponerse a esto?
2010 supuso la aprobación de una nueva reforma laboral que ha supuesto un enorme paso atrás, tal y como viene sucediendo desde hace más de 30 años con la complicidad escandalosa de esos falsos “sindicatos” del Sistema, CCOO y UGT principalmente. Se han opuesto a esa reforma, es cierto, pero su respuesta ha sido tan floja como su cada vez menor legitimidad y representatividad social. Son ya muchos años vendiéndose al Sistema como para ahora pretender encabezar nada; demasiado tiempo practicando el entreguismo y dedicados a la comodidad y confundiendo eso con la “paz social”, término con el que querían camuflar su inacción. Quizá por eso han preferido no defender los derechos de los futuros pensionistas –con una reforma regresiva negociada y firmada por ellos–, negociar un recorte enorme de derechos y desactivar cualquier contestación social que no puedan canalizar ellos mismos. Su actitud es muy clara: “o nosotros o nadie”.
Son ellos, los falsos “sindicatos”, los principales culpables de la constante pérdida de derechos laborales y sociales producida en España en todo este tiempo, ya que forman parte del propio Sistema, se financian de él, a él se deben y a él justifican. Ni CCOO ni UGT pretenden proponer una alternativa al Sistema capitalista. ¡Simplemente eso ni se lo plantean! Ellos sólo aspiran a ser la coartada social del Sistema; a mendigar una y otra vez que los recortes sociales sean menores y perdamos derechos un poco más lentamente; se conforman con seguir siendo los entes privilegiados que mantengan controlados a los trabajadores, evitando que podamos buscar alternativas sindicales que sí busquen un horizonte nuevo y nos ofrezcan soluciones reales. Pero empiezan a pinchar en hueso…
Unión Nacional de Trabajadores (UNT) denuncia públicamente todo ello y, ante la grave crisis que padece el Sistema capitalista, afirma que los parches ya no sirven y se propone cambiar la estructura actual de la economía sobre la base y los principios del Nacionalsindicalismo, devolviendo al capital su misión meramente instrumental –lo que supone también exigir la nacionalización de la banca– y haciendo que la economía esté al servicio de las personas, y no las personas al servicio de la economía.
Pero para ello UNT se propone lograr que los trabajadores españoles rompamos definitivamente con los falsos “sindicatos” del Sistema y nos comprometamos en construir todos juntos un nuevo sindicalismo, unitario, verdaderamente sindicalista y revolucionario, que suponga una verdadera alternativa al viejo, paralizante, funcionarizado, moribundo y fracasado modelo del “sindicalismo” oficial.
Esa alternativa sindical que estamos construyendo poco a poco es ahora sólo una llama, una pequeña e insignificante llama en medio de una gran oscuridad que lo inunda todo. Pero allá donde UNT se hace presente, la llama se convierte en una antorcha luminosa que acaba con la oscuridad reinante. Primero fue una empresa, luego fueron varias, hoy ya son unas cuantas, pero mañana serán todas las empresas de España las que cuenten con nuestra presencia, y UNT se convertirá entonces en el Sindicato a secas, es decir, el Sindicato de todos los trabajadores españoles, el Sindicato que será motor de la Revolución Social que España necesita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario