Ante el agravamiento de la situación económica y financiera actual, y dado que el panorama aún no parece que vaya a mejorar a corto plazo sino más bien todo lo contrario, UNT quiere manifestar públicamente lo siguiente:
1º El principal culpable de la actual situación a nivel mundial no es tanto un gobierno concreto, aunque ciertamente haya varios que han contribuido al agravamiento del problema, como, sobre todo, el propio modelo económico capitalista en sí, cuyas contradicciones conllevan una dinámica que exige un crecimiento económico y monetario de tipo exponencial o geométrico para abonar intereses y dividendos siempre crecientes, algo imposible de mantener a largo plazo y que necesariamente conduce a la creación de burbujas financieras y a situaciones periódicas de crisis que reordenen el sistema (además de contribuir a la sobreexplotación del planeta, a la mala distribución de bienes y servicios, etc.).
2º La situación actual es especialmente grave por la conjunción de burbujas especulativas financieras, económicas e inmobiliarias, y por culpa del proceso de mundialización (lo que otros llaman “globalización”) que ha creado una situación de interdependencia de todas las economías hasta niveles nunca conocidos hasta ahora, con la consiguiente disminución de la soberanía económica y financiera de las naciones (que es casi nula en el caso de los países que hemos renunciado a ella a favor de la Unión Europea) y con la consiguiente disminución de recursos propios para afrontar las situaciones de crisis.
3º No deja de ser paradójico que el capitalismo se vea obligado ahora a tratar de evitar el derrumbe del sistema a base de medidas como la nacionalización de bancos y aseguradoras y la asunción de un papel cada vez más activo por parte del estado en la economía. Y es paradójico porque cuando desde UNT hemos resaltado las contradicciones del sistema y la necesidad de modificaciones sustanciales como la de la nacionalización de la banca y los seguros, desde el pensamiento económico “políticamente correcto” siempre se dijo que eso era poco menos que imposible… Ahora que hay grandes pérdidas y son los propios defensores del capitalismo los que defienden nacionalizar y socializar, desde UNT nos preguntamos: ¿es que sólo puede hacerse eso cuando hay pérdidas, para que las paguemos entre todos?
4º Hoy más que nunca se demuestra la necesidad de sustituir el sistema capitalista por un modelo basado en los siguientes principios: que no requiera crecimientos económicos y monetarios exponenciales, sino naturales; que las ganancias y la fuente de valor y de propiedad sean fruto del trabajo y no de la especulación; que el sistema financiero sea nacionalizado no sólo cuando haya pérdidas, sino de forma permanente y con la finalidad de que esté fundamentalmente al servicio de la economía nacional; que devuelva a las naciones su plena soberanía económica y financiera; que la base del derecho de propiedad sea la de la finalidad de los bienes: individual, familiar, sindical, comunal y estatal; que haga del Sindicato unitario la base de la ordenación productiva nacional; etc.
5º Para afrontar el problema es necesario un gobierno consciente de la realidad del mismo y decidido a asumir la tarea revolucionaria mencionada en el punto anterior (recuperación de la soberanía económica y monetaria, revisión de la permanencia de España en la UE, organización de la economía al servicio de la persona sobre la base del sindicalismo, etc.), algo para lo que están incapacitados tanto el PSOE como el PP y los demás partidos parlamentarios, todos ellos preocupados únicamente en apuntalar el sistema capitalista al que sirven, que hace aguas por todas partes y que sólo sobrevive a base de injusticias y de vulnerar sistemáticamente la dignidad, la integridad y la libertad humanas.
Por ello hoy es más necesario que nunca reivindicar el Nacionalsindicalismo como la única alternativa viable en el siglo XXI al capitalismo decadente e inhumano.
1º El principal culpable de la actual situación a nivel mundial no es tanto un gobierno concreto, aunque ciertamente haya varios que han contribuido al agravamiento del problema, como, sobre todo, el propio modelo económico capitalista en sí, cuyas contradicciones conllevan una dinámica que exige un crecimiento económico y monetario de tipo exponencial o geométrico para abonar intereses y dividendos siempre crecientes, algo imposible de mantener a largo plazo y que necesariamente conduce a la creación de burbujas financieras y a situaciones periódicas de crisis que reordenen el sistema (además de contribuir a la sobreexplotación del planeta, a la mala distribución de bienes y servicios, etc.).
2º La situación actual es especialmente grave por la conjunción de burbujas especulativas financieras, económicas e inmobiliarias, y por culpa del proceso de mundialización (lo que otros llaman “globalización”) que ha creado una situación de interdependencia de todas las economías hasta niveles nunca conocidos hasta ahora, con la consiguiente disminución de la soberanía económica y financiera de las naciones (que es casi nula en el caso de los países que hemos renunciado a ella a favor de la Unión Europea) y con la consiguiente disminución de recursos propios para afrontar las situaciones de crisis.
3º No deja de ser paradójico que el capitalismo se vea obligado ahora a tratar de evitar el derrumbe del sistema a base de medidas como la nacionalización de bancos y aseguradoras y la asunción de un papel cada vez más activo por parte del estado en la economía. Y es paradójico porque cuando desde UNT hemos resaltado las contradicciones del sistema y la necesidad de modificaciones sustanciales como la de la nacionalización de la banca y los seguros, desde el pensamiento económico “políticamente correcto” siempre se dijo que eso era poco menos que imposible… Ahora que hay grandes pérdidas y son los propios defensores del capitalismo los que defienden nacionalizar y socializar, desde UNT nos preguntamos: ¿es que sólo puede hacerse eso cuando hay pérdidas, para que las paguemos entre todos?
4º Hoy más que nunca se demuestra la necesidad de sustituir el sistema capitalista por un modelo basado en los siguientes principios: que no requiera crecimientos económicos y monetarios exponenciales, sino naturales; que las ganancias y la fuente de valor y de propiedad sean fruto del trabajo y no de la especulación; que el sistema financiero sea nacionalizado no sólo cuando haya pérdidas, sino de forma permanente y con la finalidad de que esté fundamentalmente al servicio de la economía nacional; que devuelva a las naciones su plena soberanía económica y financiera; que la base del derecho de propiedad sea la de la finalidad de los bienes: individual, familiar, sindical, comunal y estatal; que haga del Sindicato unitario la base de la ordenación productiva nacional; etc.
5º Para afrontar el problema es necesario un gobierno consciente de la realidad del mismo y decidido a asumir la tarea revolucionaria mencionada en el punto anterior (recuperación de la soberanía económica y monetaria, revisión de la permanencia de España en la UE, organización de la economía al servicio de la persona sobre la base del sindicalismo, etc.), algo para lo que están incapacitados tanto el PSOE como el PP y los demás partidos parlamentarios, todos ellos preocupados únicamente en apuntalar el sistema capitalista al que sirven, que hace aguas por todas partes y que sólo sobrevive a base de injusticias y de vulnerar sistemáticamente la dignidad, la integridad y la libertad humanas.
Por ello hoy es más necesario que nunca reivindicar el Nacionalsindicalismo como la única alternativa viable en el siglo XXI al capitalismo decadente e inhumano.
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