Manifiesto del 1º de mayo de 2014
El
1º de Mayo es una fecha importante para los trabajadores de todo el mundo. Esta
fecha conmemora la lucha de los trabajadores de Chicago un 1 de mayo de 1886, cuando
reclamaban la jornada laboral de 8 horas, reclamación justa que fue aplastada a
sangre y fuego. Hoy, en 2014 aquella lucha sigue siendo actual y necesaria.
Desde
que el sindicato UNT se fundara en el año 1978, hemos sido testigos de cómo
cada 1º de mayo los derechos laborales y sindicales de los trabajadores han
seguido sufriendo continuos ataques por parte del sistema liberal capitalista,
representado por el bipartidismo de PSOE y PP, con la colaboración indecente de
los “pseudo sindicatos” de clase UGT y CCOO. Año tras año, los derechos de los
trabajadores son recortados, poniéndonos al nivel o incluso muchas veces por
debajo de ese año 1886 al que aludíamos al principio.
Tras
padecer con especial dureza los efectos de las políticas económicas y
monetarias de la Unión Europea, y particularmente los efectos perversos de
nuestra pertenencia al Euro, el escenario de este año 2014 no se presenta mucho
mejor que en años anteriores, por mucho que la propaganda oficial diga que ya estamos
saliendo de la crisis. Este año estamos tocando fondo, y es posible que se termine
por dejar de destruir empleo al ritmo de años anteriores sencillamente porque
ya apenas queda empleo que destruir: cuando el 26% de la población está
desempleada parece imposible que se pueda destruir más empleo. Sólo en países
subdesarrollados se llega a cifras superiores, siendo España (junto a Grecia)
el país desarrollado con peores cifras de desempleo. Es difícil caer más bajo,
pero de ahí a decir que se ha salido de la crisis, la diferencia es abismal.
¡Que se lo pregunten a los 6 millones de parados, muchos de ellos de larga
duración!
Desde
1977 hasta 2012, y siempre con la excusa de crear empleo, los trabajadores
españoles hemos sido testigos de 16 reformas laborales. Todas ellas, enfocadas
a tener un empleo más precario, con menos derechos y que además han servido
para fomentar el monopolio y los privilegios sindicales que tienen CCOO y UGT.
Con
este escenario de continuas reformas laborales y de precarización de las
condiciones laborales, el principal colectivo perjudicado en materia laboral,
económica y social es LA
JUVENTUD. ¿Qué futuro les espera a nuestros jóvenes?
¿Qué educación reciben, cuando vemos la continua baja calificación que obtiene
siempre España en los Informes Pisa de calidad educativa? ¿Qué tipo de empleo
van a tener a lo largo de su vida? ¿Cuánto van a cotizar para poder tener una
pensión?
Las
continuas reformas educativas no fomentan el esfuerzo académico, y así vemos
cómo la excelencia educativa brilla por su ausencia, fomentándose modelos
diferentes en cada región sólo para fomentar las diferencias entre españoles.
En
materia laboral hemos visto en los últimos años cómo se ha modificado el Contrato de Formación y Aprendizaje
(alargándolo hasta los 30 años, pudiendo encadenar distintos contratos de este
mismo tipo en la misma empresa sólo con cambiar la “actividad laboral o la
ocupación”), se ha creado el Contrato
indefinido de apoyo a emprendedores (que permite despedir sin más
explicaciones y sin indemnización alguna, durante todo el primer año como si de
un periodo de prueba se tratase), o se ha flexibilizado el Contrato a Tiempo Parcial (permitiendo
la realización de horas complementarias sin control para tener trabajadores por
los que se cotiza menos y que en la práctica trabajan jornadas completas).
Los
jóvenes están sin trabajo, sin formación académica y sin futuro, y en el mejor
de los casos con empleos precarios, poco estables y en régimen de semiesclavitud,
sin apenas derechos laborales, con despido libre y gratuito. ¡Menuda
perspectiva!
En
definitiva, y dado que no se invierte lo suficiente en investigación,
desarrollo e innovación, frente al dilema de competir en calidad (como hacen
los países avanzados) o en precios (como hacen los países subdesarrollados), se
opta cada vez más abiertamente por el segundo modelo, rebajando salarios y
derechos laborales para acercarnos cada vez más a la situación laboral de
China, India o Bangladesh. Ese es su modelo y a eso nos dirigen. La gran
pregunta es: ¿se lo vamos a permitir?
Por
todo ello, desde el Sindicato UNT, como todos los 1º de mayo, denunciamos las
dos causas fundamentales de esta situación: el comportamiento semiesclavista de
este sistema económico perverso y el acatamiento constante de los “pseudo
sindicatos” CCOO y UGT, de todas las medidas que vienen desde la cúpula del
mismo Sistema capitalista mundializador.
Invitamos
a los trabajadores españoles a construir un nuevo sindicalismo, abandonando las
filas de los “sindicatos” del Sistema, cómplices de todas estas reformas
laborales y aglutinando las filas de UNT, luchando por los principios de un
Sindicalismo Nacional, cuya prioridad sea la Justicia Social con una economía
al servicio del hombre y no al revés.
Hoy
más que nunca ES 1º DE MAYO y hoy más que nunca la BANDERA DEL
NACIONALSINDICALISMO SIGUE ALZADA.
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