El 1 de mayo es una fecha importante para los trabajadores, y no por un cuestión nostálgica, sino porque se trata de una conmemoración más proyectada hacia el presente y el futuro que hacia el pasado; no se trata tanto de recordar la vieja reclamación de la jornada laboral de 8 horas, ahogada en sangre en el Chicago de 1886, como de reclamar Justicia Social hoy en día, en la España de 2010 y precisamente cuando el capitalismo se excusa en su propia crisis sistémica para volver poco a poco a las condiciones laborales del siglo XIX, incluidas las jornadas interminables para quienes la jornada normal de 8 horas ya no es suficiente para poder mantener a su familia con el mínimo decoro exigible para los seres humanos.
Este año 2010 está suponiendo una vuelta de tuerca más en la pérdida progresiva de derechos laborales y sociales, con la permanente espada de Damocles de una nueva reforma laboral que será un nuevo paso atrás, más grande o más chico, pero siempre hacia atrás, tal y como viene sucediendo desde hace más de 30 años con la complicidad escandalosa de los falsos “sindicatos” del Sistema, CCOO y UGT principalmente. A ellos se les ha prometido el monopolio junto a la Patronal de la ampliación de los cursos de formación laboral financiados por los Presupuestos del Estado, lo que les supondrá no sólo un enorme incremento de su financiación a costa de todos los españoles, sino ante todo una razón de mucho peso para recabar su apoyo a la reforma laboral. Ese será el precio que cobrarán por apoyar la futura reforma laboral: la ampliación de los cursos de formación para los trabajadores afectados por reducciones en su jornada laboral. Esas serán sus 30 monedas.
También se amenaza con reformar el sistema de pensiones, no para buscar soluciones reales basadas en un modelo de pensiones de corte sindical avanzado, en el fomento de la natalidad, en la intervención de las plusvalías del capital, etc., no, sino para poner el enésimo parche que, como siempre, será a costa de los trabajadores: ampliación de los años de cotización en el cálculo de las pensiones. También para esta reforma esa verdadera lacra que son los partidos políticos del Sistema tendrá el apoyo de CCOO y UGT. Ellos, los falsos “sindicatos”, son los principales culpables de la constante pérdida de derechos laborales y sociales producida en España en este tiempo, ya que forman parte del propio Sistema, se financian de él, a él se deben y a él justifican. Por eso vemos cómo en estos últimos años sus protestas laborales han sido sólo aparentes y sin pretensiones reales de ningún tipo, mientras que sin embargo sí son los primeros en manifestarse con entusiasmo en la fiesta del “Orgullo Gay” (con carrozas propias, por supuesto) o, como vemos estos días precisamente, para apoyar incondicionalmente con actos públicos, recogida de firmas, ruedas de prensa, etc., al juez presuntamente prevaricador Baltasar Garzón, demostrando con ello su nulo respeto por las leyes y el Estado de Derecho cuando de defender a sus amigos se trata.
Unión Nacional de Trabajadores (UNT) denuncia públicamente todo ello y, ante la grave crisis que padece el Sistema capitalista, propone cambiar la estructura actual de la economía sobre la base y los principios del Nacionalsindicalismo, devolviendo al capital su misión meramente instrumental –lo que supone también exigir la nacionalización de la banca– y haciendo que la economía esté al servicio de las personas, y no las personas al servicio de la economía.
Pero para ello es preciso que los trabajadores españoles rompamos definitivamente con los falsos “sindicatos” del Sistema y nos comprometamos en construir todos juntos un nuevo sindicalismo, unitario, verdaderamente sindicalista y revolucionario, que suponga una verdadera alternativa al viejo, paralizante, funcionarizado y fracasado modelo del “sindicalismo” oficial.
Ése es el nuevo sindicalismo que representa UNT, y éste es el llamamiento que hacemos hoy, 1º de mayo de 2010, a todos los trabajadores españoles: construyamos entre todos el sindicalismo del futuro.